domingo, 2 de mayo de 2010

tumba_dos

Salió intuyendo que la puerta se cerraría detrás de él, aún hace calor pensó y apenas terminó de pensarlo una ráfaga de aire se hizo presente, dudó de sí lo dijo en voz alta.... cruzó la calle y a su paso cayeron algunas hojas y quizás se levantaron otras cuantas... Alzó la mirada para enfocar las tonalidades de aquellos árboles que parecían irse quedando desnudos, y el viento desnudando y ellos dejándose desnudar.
Caminó media cuadra y recordó que olvidó limpiar sus cavidades invadidas por letras sangrantes y cerveza lupulante, las dejó ahí, finalmente eran ellas quienes apartaban de su testa la espantosa realidad.
Esperó y respiró con la boca abierta para permitir que su caja torácica no apretara los pulmones que quizás para esta hora de la tarde ya estarían llenos de toda la toxina que recorrió sus fosas superiores. Todo habría bajado ya.
Un vacío recorrió sus extremidades, los naranjas abandonaron su caída y los verdes volvieron a posicionarse en la copa de los árboles.
Y el colectivo que no llegó, y la inflamación craneal que no cedió, y el otoño que se estacionó, y un ciclo ya recorrido lo obligaron a tumbarse en el pavimento... esperando a que uno de estos días ya no sea uno, sino sean ambos los que caigan en el mismo sitio, para así finalmente poder anclar.

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